25 de septiembre del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
La rivalidad entre hermanos ha pasado de generación en generación. Escucho más y más de hermano y hermana, hermano y hermano y hermana y hermana en guerra dentro de su propia familia.
Sé de primera mano lo que se siente ser rechazado por un hermano de sangre en mi propia familia y ser atacado sin razón alguna.
“El que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20)
Juan termina diciendo: “y este mandamiento tenemos de él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.” (Juan 4:21)
Puedo simpatizar con aquellos de ustedes que están en desacuerdo con los hermanos, ¡solo podemos amar a nuestros hermanos y hermanas desde la “reserva del amor” que Dios nos ha dado! Para mí, SÉ que esa piscina de amor es GRANDE… ¡GRANDE!
Es difícil amar a alguien desagradable, lo sé bien. Confía en mí. He tratado y tratado de mostrar amor y cuando me detengo y me doy cuenta de que soy amada incluso en mi fealdad, se hace más fácil continuar y procesar a través de la perseverancia.
Algunos miembros de nuestra familia pueden ser difíciles de amar. Canaliza tu amor recordando que el Espíritu Santo derrama en nosotros el amor de Dios como un torrente impetuoso. Lo dice en la Biblia.
Trata de ser un río desbordante de amor la próxima vez que esté frentes a,  o hables con un miembro de la familia que no te gusta. No existe tal cosa como un Dios odioso, ¿por qué seríamos diferentes?
Pídele al Dios de amor, que nos da y nos perdona, que te ayude a detener la guerra y rebosar del amor de Dios. Es posible. Míralo como un desafío. Lo hice, y ahora la relación se ha reparado después de muchos años. Es asombroso lo que Dios puede hacer cuando tomas el primera paso.