8 de diciembre del 2021

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Escritora invitada: Laurie Sammarco
Santiago 4: 3 (NVI)
“Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.”
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¿Cómo preguntamos cuando nos presentamos ante Dios? ¿Cuál es nuestro propósito al preguntar? ¿Cómo esta Dios envuelto en lo que pedimos? Nuestros motivos son muy importantes y debemos pensar en ellos detenidamente antes de presentarnos ante Dios.
¿Nuestro motivo va hacer avanzar el Reino de Dios o simplemente traerá placer a nuestras vidas? No está mal querer las cosas buenas de la vida, pero es una falta anteponer esas cosas a tu relación con Dios.
Tu pasión por lo que deseas y por qué lo deseas puede ser la razón por la que no estás progresando en tu camino con el Señor y por qué te sientes estancada en la etapa de tu asociación con Dios.
Lo que te impide estar un paso más cerca del Señor podría ser la razón por la que estás deprimida, insegura, todavía atrapada en tus circunstancias o sin sentirte amada. Dios quiere más de ti y no está dispuesto a darte lo que deseas si eso va a causar distancia entre tú y Él. Eso no está en Su plan.
 Renuncia a lo que deseas, cámbialo por una relación más cercana con Él y Él te bendecirá con una gracia y bondad inimaginables. Lo que pensaste que te traería felicidad no se comparará con lo que Él ha planeado para ti, así que pide cuál es la voluntad de Dios para tu vida y Él te dará perfectamente lo que Él desea para ti y lo que sea que se ajuste a tu vida completamente y satisfaga tus necesidades.
 Que tengas un día bendecido día en el Señor.