6 de abril del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Dios está a cargo de nuestro destino. Muchas veces deseamos algo por lo que hemos orado y sentimos que si no sucede, nuestros planes para el futuro se derrumbarán.
Dios conoce los planes para nuestro futuro. Jeremías 29:11 pero pienso en Sara en la Biblia, cuya falta de fertilidad se sintió como una maldición para ella. Estaba jugando con su futuro. ¿Era su angustia el destino de su vida? Es posible que se haya preguntado qué tendría que hacer para “deshacer” su dolor y obtener lo que quería. ¿Tomamos el asunto en nuestras manos para obtener lo que queremos para nuestras vidas?
A veces culpamos a los demás o buscamos fuentes externas para aliviar nuestro dolor de no obtener lo que queremos o actuamos sobre nosotros mismos para que las cosas sucedan. Es imposible que nuestras mentes humanas obtengan las respuestas que queremos al instante, por lo que tomamos el asunto en nuestras propias manos para que sucedan. Dios lo permite, pero ¿son sus planes para nuestras vidas?
“Porque yo sé los planes que tengo para ti dice el Señor, planes para prosperarte y no para dañarte. Planes para darte esperanza y un futuro”. (Jeremías 29:11)
Si estás esperando algo en Dios, recuerda, no puedes ver tan lejos como Dios ve. Nuestro reino humano está deseando cosas instantáneamente donde Dios tiene Su plan perfecto y divino para tu vida. Él escucha nuestras oraciones y los deseos más profundos de nuestro corazón y hay libertad para hablar con Él para que nos guíe. Él es tu escudo, tu refugio y tu escondite cuando el silencio se apodera de tu vida y no estás obteniendo los resultados que deseas.
Recuerda, Dios guió a Abraham y Sara con una promesa: “Tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente y al oriente, al norte y al sur”. (Génesis 28:15) pero sucedió en el tiempo de Dios. Un hijo era el deseo más profundo del corazón de Sara, pero Dios ya lo sabía antes de que ella actuara con sus propias fuerzas.
Dios conoce tu necesidad de respuesta ahora mismo a lo que sientes que tiene un propósito para tu futuro. Ten paciencia, confía en Dios y vive la historia más asombrosa de tu vida a través de la obediencia a su palabra.