EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
¿Cuántos de nosotros hemos tenido nuestro carácter construido por personas que nos han herido? ¿Cómo se puede esto suceder, te preguntarás? Solo Dios.
Una de las cosas más desalentadoras es cuando las personas que amamos se vuelven contra nosotros. Nunca podemos justificar la ansiedad, la ira o las mentiras que vienen con el dolor, solo podemos ir a la raíz y pedirle a Dios que edifique nuestra fe a través de estas situaciones.
La oración es una forma de penetrar las heridas de nuestra alma y permitir que Dios dé respuestas. Dios pondrá las cosas en orden, pero no debemos tener ninguna duda de que El lo hará.
La prueba será si nos apegamos a Dios o al dolor. En mi experiencia puedo decir que estas experiencias traumáticas no solo revelan los corazones de los demás, sino que desenmascaran el nuestro.
A veces debemos cerrar las puertas a las relaciones no saludables. Puede que no sea para toda la vida, pero permitimos que Dios determine cuándo somos lo suficientemente fuertes para aplicar la sabiduría para entrar en una relación que alguna vez no fue saludable y luego enfrentarlos con el carácter que Dios cultiva en nosotros.
“Todos los que se enardecen contra ti sin duda serán avergonzados y humillados; los que se te oponen serán como nada, como si no existieran.”
Isaías 41:11 NVI
Que todos mostremos la gracia necesaria y el perdón debido en su momento.
Cuando estamos libres de cualquier amargura o resentimiento al escuchar su nombre, podemos saber que Dios realmente nos ha hecho crecer hasta el lugar que Él quiere que estemos. Un lugar donde pudiéramos amar y perdonar sin importar el costo.
Es posible que la otra persona no esté cerca de donde tú estás con tu caminar con Dios y eso debes tenerlo en mente. Se consistente en trabajar en ti misma para la gloria del reino de Dios.