EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Salmos 54:4 (NVI)
“Ciertamente Dios es mi ayuda; el Señor es quien me sustenta”.
Dios es fiel para caminar contigo y mostrarte la opción de caminar con dignidad a través de las tormentas de tu vida. No estás sola.
Dios ve la incertidumbre que se filtra a través de tu corazón y el peligro que amenaza con cambiar tu carácter, pero Dios no permitirá que te rindas porque Él es la fuerza que te otorga el poder para soportar todos los golpes.
Cada día marca un nuevo comienzo para tu fuerza, para alcanzar un nuevo nivel y para que tu virtu se mantenga firme. Lo que has aprendido necesita echar raíces y asombrar a tus adversarios demostrando tu coraje y resistencia. Porque nadie puede derribar los muros de protección que Dios ha construido. Esas paredes son impenetrables.
Crecemos y desarrollamos la lucha y el vigor con que Dios nos equipa para enfrentar la indignidad y el agravio contra los que luchamos. No importa cuán largas y duras se vuelvan las luchas, Dios abrirá un camino para que al final del día puedas suspirar de alivio y descansar en Su gracia.
A lo largo de Su sustento, Él repondrá, restaurará y reagrupará tus pensamientos para que estés preparada y mentalizada para lo que viene después.
Cada victoria es tu aliento y prueba de que fuiste hecha para un momento como este. Puedes validar la verdad de la palabra de Dios y confirmar que en Él todas las cosas son posibles y anuladas por Su gracia y poder.
“GRACIAS” especiales a nuestra escritora invitada de hoy: Laurie Sammarco