EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
(1 Pedro 4:8)
“Sobre todo, amaos los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados”.
El amor es el factor decisivo. Es una decisión de comprometerse y dedicarse a permanecer fieles a lo que es bueno e impecable el uno en el otro.
El amor es mirar más allá de lo feo y perdonar los errores.
El amor es hacer un esfuerzo adicional porque sabes que vale la pena. El amor no es darse por vencido porque sabes que la vida es mejor juntos.
El amor es encontrar la debilidad en el otro y esforzarse por animarse unos a otros, edificándose unos a otros para que sus defectos se conviertan en sus fortalezas a medida que trabajan juntos para volverse fuertes.
El amor es permanecer fiel a los votos que una vez reclamaste y nunca olvidar los valores que representan.
El amor es tu esposo, tu esposa, madre, padre, hija, hijo, hermana, hermano, los amigos y familiares que tienes cerca.
El amor son los sentimientos que transpiran cuando muestran compasión el uno por el otro, haciendo un esfuerzo por comprender y tomándose el tiempo para escuchar.
Amar es admitir tus defectos y estar dispuesto a cambiar para que cuando te mires al espejo aceptes y le des la bienvenida a la persona en la que te has convertido.
El amor es tomar el fracaso de la mano, no tener remordimientos y aprender con un corazón dócil las cosas que puedes hacer para mejorar y realzar tu vida para que seas restaurada como Dios te ve.
El amor es recordar a quién has perdido, pero nunca olvidar lo que significó.
El amor es poner la otra mejilla para no sucumbir al dolor.
El amor es mantener el control y buscar tu única fuente de fortaleza; Dios… porque Él es quien te mantiene por siempre buscando el verdadero sentido del amor.
Gracias Laurie Sammarco, nuestra escritora invitada sobre el tema del “amor”.