23 de septiembre del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Hermosa mujer de Dios, por favor comprende que eres preciosa y eres “el templo”, embellecido con la gloria que brota de Dios.
¡Tú, amada hija de Dios, eres lavada con el PODER de Su amor y estás brillando de adentro hacia afuera! ¿Sientes esto? Si no lo haces, lee Su Palabra… Efesios 2:10. ¿Entiendes esto? Isaías 14:27 te ayudará a saber que Él no puede ser detenido. Dios se mueve. ¿Vives esto en tu vida? ¿¿¿ Lo crees???
Necesitamos perseguir esta verdad; somos “el templo” y permitir que esta verdad se manifieste en tus palabras, en tus acciones y hasta en el brillo de tus ojos.
Todas necesitamos brillo en nosotras. ¿Dónde está ese brillo, señoras? ¿Alguien te ha dicho alguna vez que tus ojos brillan? Todos los que nos miran a los ojos deberían ver ese brillo, ese rayo de esperanza de que acaban de conocer a una persona increíble que Dios creó.
Experimentamos esto cuando estamos en la realidad de la presencia de Dios cada día. Cuando lo buscamos más y más profundamente, nuestras vidas lo reflejan. Siempre hay más de Dios para llevar en “tu templo”. Tus ojos adquieren un cierto brillo, un centelleo… Busca más profundo para encontrar más de esto.
Cuando te mires al espejo todos los días, querida mujer de Dios, busca el Espíritu de Dios, que te devuelve la mirada. ¿Está ahí? Pídele Su presencia más profunda en tu ser.
¿Se dan cuenta de que juntos se han convertido en el santuario interior de Dios y que el Espíritu de Dios tiene su morada permanente en ustedes? (1 Corintios 3:16)
…Porque en verdad, somos templo del Dios viviente, tal como Dios ha dicho:
“Haré en ellos mi hogar y caminaré entre ellos.
Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” (2 Cor. 6:16)
¡GUAU! ERES SUYO, tu cuerpo es templo de Dios.
… ¡y tú eres el brillo y el centelleo en los ojos de Dios!