2 de enero del 2023

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Puedo recordar un momento en el que me arrodillé y le grité a Dios: “¿Por qué?” “¿Por qué esta angustia es tan pesada? ¿Qué tengo que hacer para que se detenga?”
Mis hijas habías abandonado una relación conmigo y con muchos otros a quienes amo desesperadamente y no podía entender el por qué de todo. Nada tenía sentido hasta que busqué a Dios en busca de respuestas.
Los dolores de cabeza son intensos, muchos de nosotros los enfrentamos cada día.
En el fondo confiaba en que Dios resolvería todo, pero todavía me dolía, todavía tenía preguntas.
Todos debemos darnos cuenta de que está bien lamentarse por las heridas. Creí que Dios realmente me amaba en ese momento en que caí de rodillas en dolor, aunque me sentí abandonada por las mismas vidas que di a luz.
“El Señor es bueno para aquellos cuya esperanza está en él”. (Lamentaciones 3:25)
Cuando realmente sabemos que hemos hecho todo lo correcto que podemos y todavía no tenemos respuestas, caer al suelo y clamar a Dios es simplemente “bien”. La liberación es saludable. De hecho todavía tengo mis momentos …
Tu dolor puede ser aflicción, opresión, hambre por algo tal como lo enfrentaron algunos de nuestros hermanos y hermanas bíblicos … pero la palabra de Dios dice;
“Por el gran amor del Señor no somos consumidos, porque sus misericordias nunca fallan. Son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad (Lam 3: 22-23).
¿Qué te ayudará a clamar a Dios para que Él consuele tu alma? Su palabra es verdadera. ¿Hay algo demasiado difícil para Dios? Les puedo decir esto, Él me consuela cada vez y de diferentes maneras cuando voy a Él en oración y en Su Palabra. Este versículo es cierto, ya que dice que Sus compasiones son nuevas cada mañana.
A medida que confías en Dios a través de tu difícil situación, cualquiera que sea, recuerda, Él te escucha, Él te ama más y te ayudará a superar cada situación. Confia en el.
Grande es su fidelidad.
Nada puede salir tan absolutamente mal que Él no te pueda ayudar cuando lo llames. Nuestro Dios fiel, no se equivoca, te acompañará a través de Sus caminos fieles y compasivos.