EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
La presencia de Dios no es algo por lo que tengamos que trabajar. No tenemos que buscarlo o ganarlo.
En cambio, Dios nos envía Su luz y todo lo que tenemos que hacer es seguirla hasta Él. Dios nos muestra el camino.
Cuando estamos flácidos y sin vida y apenas podemos hablar; tu simple oración debe ser “llévame”. Cuando pides, Dios es fiel para llevarte a Su presencia. Pídele que esté presente contigo durante todos tus días. Forma esta rutina.
En tus momentos más débiles, Él traerá Su verdad a tu mente, Su luz a tu alma oscura y cansada, y cuidado y refrigerio para tu cuerpo desgastado. Incluso durante los días más oscuros de las pruebas, su gozo puede venir cuando da pasos tentativos en la dirección de Dios.
Serás recompensada al verlo a Él y Su amor por ti en formas nunca antes experimentadas. Incluso en tus pruebas más oscuras, Dios está esperando con los brazos extendidos que vengas a Su presencia.
Mentira: cuando las cosas se ven oscuras, Dios se ha ido.
VERDAD: ¡Cuando las cosas se ven oscuras, la luz de Dios brilla más! Búscalo en todas partes. Él está ahí, pregunta… ¡Él está justo ahí!
“Tus palabras es una lámpara para mis pies y una luz para mi camino.” (Salmo 103:105)
“Nunca nos deja ni nos abandona.” (Hebreos 13:5)