11 de abril del 2021

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Escuché esta frase pero nunca la mencioné hasta que sentí que era necesario usarla en mi propia vida. Fue entonces cuando lo alcancé, diciendo: “Dios me dio belleza en lugar de cenizas”.
He cometido muchos errores por los que me he lamentado en mi vida. A menudo repetía un ciclo desordenado que pensé que nunca lo haría. Ciclos que solo continuaron mi proceso de duelo. Para otros, puede que pareciera que le olía la nariz a Dios como si no me importara, pero en el fondo, oh, cómo lo hice. Simplemente me faltaba la sabiduría necesaria para tomar mejores decisiones.
Al ver mi necesidad de sabiduría y orar diariamente por “sabiduría de Dios” mientras recitaba Santiago 1: 5, Dios me concedió la verdadera sabiduría a lo largo del tiempo y me permitió tomar mejores decisiones. Pude buscarlo, sentarme con Él, afligirme con Él, arrepentirme ante Él y dejar que Él renovara mi vida con la única sabiduría que necesitaba: Su sabiduría.
Me trajo sabiduría que luego me permitió tomar mejores decisiones. Prometió que esto sucedería. Las opciones me permitieron convertir esas cenizas de duelo y la repetición de círculos viciosos en algunas de las historias más hermosas que jamás podría haber imaginado.
“Si alguno de ustedes carece de sabiduría, pídala a Dios, que da generosamente a todos sin criticar, y se le dará”. (Santiago 1: 5)
Dios quiere darte el cambio sano. A través de tus cenizas Dios traerá gran belleza. Puedo asegurarles que Dios sabe qué hacer con cualquier desesperación.
“Me ha enviado … para otorgarles una corona de hermosura en lugar de cenizas, el aceite de alegría en lugar de luto, y un manto de alabanza en lugar de un espolón de desesperación”. (Isaías 61: 1,3)
Recuerde buscarlo primero, luego sentarse con Él. Echa tus cargas sobre Él, dile que te arrepientes de tus errores. Pídale sabiduría. Te dará una mente fresca. Recibirás belleza por ceniza con toda la alegría que tu corazón pueda contener. Sé que esto es cierto porque me pasó a mí.
Adaptado del día 54 de mi libro Fuel for Life.