EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Cuando vamos al mundo para compartir el mensaje del evangelio, tomamos todo lo que necesitamos cuando compartimos a Jesús. ¿Qué necesitamos?
Quizás sea mejor compartir lo que no necesitamos. La palabra de Dios nos dice que “viajemos ligeros”. No se deje abrumar por cosas que le impidan servir.
La Biblia nos dice que no amontonemos “oro, plata o cobre en nuestros cinturones de dinero”, ¿por qué? Nos pesará. Además, no necesitamos depender del dinero para sostenernos, pero lo que sí necesitamos es “la unción de Dios en nuestra vida”. Confia en el. El dinero vendrá según sea necesario cuando le sirva. Nuestra verdadera riqueza está en el reino de Dios.
No tome sandalias o un bastón, la Biblia nos dice que Jesús les dijo a sus discípulos que dejaran sus cosas porque ya tenían lo que era importante. “Tenían a Jesús”. ¡Tenemos a Jesús! Deje la ropa fuera de su mochila, la escritura dice … ¿por qué? Nuestra mochila apunta a nuestras experiencias pasadas. El peso sobre nuestra espalda no solo es pesado, no nos ayuda. Recuerde, nuestro pasado ya no existe en Cristo. ¡Somos una nueva creación, nueva cada mañana!
Nuestros zapatos y nuestras cosas deben dejarse atrás mostrándonos un ejemplo o una imagen de que nuestros zapatos se convierten en la bondad que llevamos mientras caminamos en la paz continua de Cristo. Nuestras cosas también debería quedarse atrás, ¿por qué? Un bastón era un símbolo de autoridad en los tiempos bíblicos.
No llevamos con nosotros otra autoridad que la de Cristo.
La Biblia nos dice que debemos estar seguros de que cualquier hombre digno, que sea honorable o que merezca confianza, será bienvenido en un hogar y se le brindará hospitalidad.
Si fueron rechazados, debían “sacudirse”, si eres rechazada, ¡SACÚDETE! … la Biblia dice en el punto de vista histórico, sacúdanse el polvo de los pies, antes de la siguiente asignación.
¿Lo entiendes? ¿Entiendes a lo que estamos llamadas a hacer en este mundo?
IR, POR TODO EL MUNDO … Y PREDICAR ….
… Has recibido libremente el poder del reino, así que entrégalo libremente a otros. No necesitarás mucho dinero. Viaja ligero y ni siquiera lleves una muda extra de ropa en tu mochila. Confía en Dios para todo, porque el que trabaja para Él merece ser provisto.
(Lea Mateo 10.)