EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Correr y estar ocupados es el nuevo estado de vida para muchas personas. ¿Estás viviendo ocupada o estás viviendo en abundancia?
Estando en el ministerio, presto atención a mis compañeras seguidoras de Cristo. Puedo notar una diferencia entre aquellos que viven vidas plenas y abundantes (escribí un libro sobre esto) y aquellos que viven vidas ocupadas. Tengo tendencia a ser una de esas personas ocupadas, pero me detengo y permanezco en la presencia de Jesús.
Las vidas abundantes están llenas de frutos y llenas del espíritu. Están llenos de alegría, llenos de fe y llenos de amor, pase lo que pase. Eso es lo que quiero ser.
Aquellos que están ocupados están apurados, corriendo, estresados por todo porque no tienen tiempo. No quiero ser esta persona, ni quiero quejarme de ser esta persona. Estas personas no suelen estar conectadas a la fuente de alimentación. Están demasiado ocupadas.
Puedo relacionarme con este ultimo, pero ahora soy tan consciente de mi forma de vida si llego al caos y lo presento ante Dios para pedirle ayuda cuando la necesito.
Antes de que se salga de control, pedir Su guía eventualmente lo traerá de regreso a un estilo de vida abundante, si es obediente.
Necesitamos recurrir a Dios para obtener fortaleza. Necesitamos priorizar el tiempo con Él en Su presencia. Conoce tus limitaciones y no las excedas porque no eres una supermujer. Eres hija de Dios y Él quiere que vivas la vida abundante que Él te ha llamado a vivir con un gozo inefable.
Eres un vaso que Dios se deleita en llenar, pero ¿cómo puede Él llenarte si estás derramando el estrés, las fatigas y la agitación de una vida agitada por todas partes?
El suministro divino con el que Él quiere llenarte está en Su presencia cuando permaneces en Él. Es allí donde encontrarás la abundancia de Su poder trabajando plenamente en tu vida. Dios puede hacer lo imposible a través de ti, un paso de gracia a la vez. Disminuye la velocidad y llénate de Jesús. Despierta tu corazón al gozo de Jesús y no te pierdas la vida de fe.
“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. »Yo soy la vid y ustedes son las ramas.
Juan 15:4-5 NVI