4 de septiembre del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
La vida está llena de gente decepcionada. Los seres humanos se decepcionan de las expectativas cuando no confían en Dios.
 ¿Eres de los que se decepcionan rápidamente si las cosas no salen como esperabas?
 A Dios le encantaría que lo abrazaras en lugar de hundirte en la depresión.
Dios nos ha llamado a cada uno de nosotras a compartir la gloria eterna con Él. Dios tiene la capacidad de extender Su mano en cualquier momento que lo necesites y poner fin a tu sufrimiento, sin importar cuál sea. ¿Se lo permitirías de esa manera si Él elige y es Su voluntad?
Dios te fortalecerá, te sostendrá, te librará y te defenderá cuando se lo pidas. Esta escritura es tan beneficiosa…
“Y el Dios de gracia que os llamó a su gloria eterna en Cristo, después de haber padecido un poco de tiempo, él mismo os restaurará y os hará fuertes, firmes y constantes.
(1 Pedro 5:10)
Dios te coloca sobre un cimiento firme a pesar de tus momentos que pueden estar llenos de desánimo y desilusión. Él nos hace firmes.
Pídele a Dios hoy que te ayude a caminar en Sus caminos. Pídele que te abra los ojos para que puedas ver las cosas como son, no como parecen ser en el momento en que te sientes desesperada. No te dejes atrapar por situaciones de autocompasión, sino que vea su vida con convicción y confianza mientras entrega sus preocupaciones a Dios.
“Echad vuestras preocupaciones sobre Él porque Él cuida de vosotros”. (1 Pedro 5:7)
Dios nos dará a cada uno de nosotras la capacidad de superar situaciones desafiantes sin conclusiones negativas cuando acudimos a Él en el momento en que fallamos en algo que esperábamos o queríamos con gran expectativa.
Encomiendale tus decepciones al Señor y disfruta de tu vida. Disfruta tu relación diaria con Dios. Cuando Él tiene el control, todo sale como debería. Terminaré con esta cita que encontré de “Palabras del Pueblo” y es muy buena.
 “No te preocupes, Dios nunca está ciego a tus lágrimas, nunca sordo a tus oraciones, y nunca silencioso a tus dolores, Él ve, Él escucha y Él te librará porque Él tiene el control”.
Amén.