EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
No todo miedo es malo. Pero el miedo que nos vence y nos atrapa, sí lo es.
El miedo bueno y saludable nos ayudará a hacer cosas positivas y saludables, pero albergar el miedo o entretenerlo, permite que crezca en nosotros. Entonces se convierte en un problema si permitimos que el miedo nos supere, nos controle o nos paralice.
¿Hay algo a lo que le estes temiendo en este momento? Es posible que ni siquiera te des cuenta de que te estás aferrando a algo, tratando de controlarlo porque sientes que nadie ni nada más puede hacerlo. Puede ser miedo por ti mismo, por otra persona, por algo o incluso por una situación…
“Porque Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino un espíritu de PODER, de amor y de autodisciplina”. 2 Timoteo 1:7.
Dios quiere que confiemos en Él lo suficiente como para dar pasos de fe frente a nuestro miedo.
“El Señor peleará por ti, solo necesitas estar quieto” (Ex.14:13) Recuerda este versículo, ¡POR FAVOR, vuelve a leerlo!
Estoy aprendiendo esto, Dios peleará mis batallas por mí. Yo no lo tengo que hacer. Me puedo ahorrar tanta preocupación y dolor. ¿Por qué debería temer? Le di el control de toda mi vida, ¿o no?
¡¡¡Sí, lo hice!!!
Rendirse es entregarle el control a Dios. ¿Has hecho esto completamente, entregándole tu miedo? Si es así, permítele que pelee tus batallas junto con esos miedos que están prisioneros dentro de ti.
Déjale el control a Dios. ¡Permítale que ponga tu miedo en el “pozo” donde pertenece!