EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
¿Con qué frecuencia nuestros propios pensamientos y palabras apuntan a lo que hacemos más de lo que Jesús ya ha hecho? Nuestras acciones son como una alfombra; un lugar para ir boca abajo para que podamos ofrecer nuestras acciones al mismo Dios vivo.
Pero si tratamos de defender esos hechos por cualquier tipo de mérito o atención, ese enemigo nuestro nos quitará la alfombra debajo de nuestros pies. No sé ustedes, pero prefiero inclinarme voluntariamente en honor a Dios que ser luego derribada mientras me honro.
Para durar mucho y terminar fuertes, debemos recordar y creer con todo nuestro corazón que no podemos poseer y producir nada bueno sin Dios.
“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.” Isaías 64:6 NVI
La Escritura nos dice todo. No somos nada sin Cristo, nuestros actos justos son como trapos de inmundicia.
Que Dios nos lave a través de Jesucristo mientras buscamos servirle en todo lo que hacemos para Su gloria, no la nuestra.