EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Todos tenemos un padre terrenal y algunos de nosotros hemos tenido que lidiar con la triste verdad de que no pudimos disfrutar del amor de una figura paterna viva en la tierra.
Nunca comprenderás realmente tu verdadera identidad a menos que puedas asentar esto en tu corazón, que eres una hija de Dios y que Él es y siempre y siempre será tu Padre.
La Biblia dice: “a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios”. (Juan 1:12)
Quienes hemos disfrutado del amor de un Papá terrenal podemos regocijarnos de tener dos padres, ¡si hemos aceptado a Jesús por medio de la fe!
Una vez que lleguemos a conocer a Dios como nuestro Padre, tomarás Su semejanza.
Aunque perdí a mi papá cuando era adolescente, tengo muchas fotos de nosotros juntos y la gente suele decirme que me parezco a mi papá cuando ven nuestras fotos. Eso estremece mi corazón porque mi papá fue amoroso en mi vida y un hombre amable. Cuidaba a sus 4 hijos.
Ahora, como hija de Dios, busco parecerme a mi Padre celestial en formas que nos harían felices a ambos. Él es mi Padre que está vivo y continuamente me ama y me guía, y puedo buscar formas en las que puedo mostrarles a los demás que soy Suya y me parezco a Él.
¿Muestran mis ojos amor y compasión como los suyos? Oro para que lo hagan.
¿Mis manos y pies toman las cargas de otros para mostrar acciones de bondad en su vida? Oro para que lo hagan.
¿Habla mi boca palabras de aliento y palabras bíblicas de verdad en la vida de los demás? Oro que lo haga.
¿Mi apariencia exterior se asemeja a alguien accesible a una persona necesitada? Ruego que lo haga.
El hecho de que puedas pertenecer a tu Padre Celestial y mostrarle al mundo que eres Su hija es un privilegio.
Aunque Dios te ama sin importar lo que hagas como una demostración externa, oro para que tu corazón interior refleje tu verdadero amor por Él. La intención de tu corazón es lo que tu Padre ve en cada segundo de tu vida.