27 de abril del 2021

by Kimberly Hobbs 

Entonces me dijo: Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso”. (Zacarías 4: 6)
Ha habido muchas veces en este ministerio que he tenido miedo de no poder hacer lo que Dios me ha llamado a hacer. Ha habido grandes y fantásticos obstáculos que saltar sobre montañas para moverse y un mar embravecido que cruzar. A menudo me he sentido como si no tuviera lo que se necesita para entrar en la vida que Dios tiene para mí. ¿Puedes relacionarte de alguna manera? ¿Te has sentido así en la vida? ¿Al realizar una tarea en la que sabes que estaba destinado a hacer pero no te sientes calificada para hacerlo?
 Si es así, das gracias de sentirte así porque significa que ere humilde y necesitas depender de Dios.
 Alégrate si te sientes inadecuada para la tarea, porque significa que tendrías que depender de Dios para hacer lo que sea que esté frente a ti. Tu situación es diferente a la mía y la tuya puede estar atravesando una crisis de salud o una relación rota o ayudando a otro a superar una. Podría significar iniciar una nueva empresa. Podría haber tantas “cosas” con las que nos sentimos incapaces de tratar.
 Sea lo que sea el tuyo y aunque sea diferente al mío. Dios te ayudará.
“Fiel es el que te llama y lo hará”. (1 Tesalonicenses 5:24)
 No tenemos que hacer que nuestra vida suceda, no tenemos que esforzarnos por descubrir nuestro propósito. Dios conoce nuestro propósito. Dios nos guiará e iluminará nuestro camino mientras lo miramos en adoración y alabanza. ¡No por fuerza o poder, sino por Su Espíritu! Lea el versículo de apertura nuevamente.
¡Alguien necesita esta palabra hoy!
 No lo lograrás, ÉL LO HARÁ.
Puedo alabar a Dios por Jesús y por este ministerio que TODO le pertenece. Él es el único que podría hacer crecer este ministerio como lo ha hecho. Usa un recipiente dispuesto y muchos otros para hacerlo. Si optara por hacer algo de este caminar solo sin Cristo en cada paso, todavía estaría basada en el miedo y la duda.
Levántate, CONFÍA en Dios en lo que sea que te esté llamando.