2 de octubre del 2021

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Escritora invitada:
Dr. Jia Conway
Autor, Directora del Equipo de Liderazgo de WWL, Doctor en Medicina.
“El deleite y el regocijo de Dios”
El Señor tu Dios está contigo, el poderoso guerrero que salva. Él se deleitará mucho en ti. En su amor, ya no te reprenderá, sino que se regocijará por ti con cánticos. (Sofonías 3:17)
En la Palabra de Dios, lo conocemos: todo sobre Él se nos revela en Su naturaleza, carácter, deidad y persona. Habla desde lo más profundo de lo que es como un padre que anhela y anhela el corazón de sus hijos. Somos su hechura en quien Él se complace, se deleita y se regocija. Dios nos mira a ti y a mí y ve para quién nos creó, y no en lo que pensamos que vamos a llegar a ser. Pasamos gran parte de nuestras vidas en la búsqueda de la persona que creemos que echamos de menos, y las cosas que creemos que nos hacen completas y nos llenan. Pasamos demasiado tiempo a una pulgada de profundidad en la Palabra, la voluntad y los caminos de Dios, a menudo perdiéndonos un amor arraigado, protección y poder sobre todo. ¡Qué Dios relacional al que servimos! Hay más de 300 escrituras que hablan del amor de Dios, más de 200 escrituras sobre Su provisión y más de 100 escrituras sobre Su relación contigo y conmigo. ¿Dónde te has encontrado, hermana mía, en las Escrituras? En el corazón del Señor nuestro Dios, que está contigo? ¿En el poderoso guerrero que salva? ¿Te has encontrado consumida en Su deleite y amor que lo consume todo y lo perdura?
Puedo desafiarte hoy a que abras tu corazón y tu mente para encontrar, abrazar y experimentar verdaderamente un amor que ya no te reprende sino que se regocija por ti con canciones? ¡El profeta Sofonías nos recuerda que Dios se regocija por nosotros con cánticos! Él se deleita en el mismo amor que Él da, como lo hace una madre cuando abraza al bebé en su vientre ~ con cánticos.
Cuando te encuentres en un momento vagando y preguntándote sobre el péndulo de la vida, toma determinación en la declaración del profeta: “¡El Señor tu Dios está contigo!” Cuando te encuentres reflexionando en el silencio de lo que piensas que es Dios que no se mueve, no habla ni se comunica contigo, encuentra esperanza en la proclamación del profeta: “¡En Su amor ya no te reprenderá, sino que se regocijará por ti con cánticos!”