EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
El perdón no hace que la otra persona sea correcta, te hace libre. Me cuesta ver la cantidad de personas que no perdonan que rodean a los que amamos. Está en todas partes últimamente. La amargura y el quebrantamiento se vuelven evidentes y el daño es de gran alcance. Todos tenemos falta de perdón en nuestras vidas de alguna manera, si no es contigo, es alguien que conoces o amas. La falta de perdón duele, destruye.
Perdonar es confiar en que Dios es el Dios de justicia y reconocer que Él sabe la verdad y que Él es el único que conoce toda la historia que puede mover para traer solución a una situación en Su tiempo.
“Jehová es un Dios de justicia; bienaventurados todos los que en él esperan (Isaías 30:18)
Seremos bendecidos si le confesamos la falta de perdón y oramos para ser librados de ello. No te aferres a cosas del pasado y permitas que la amargura crezca dentro de ti. ¡Sácalo, quítalo rápido! ¡Mujeres, si son seguidoras de Cristo, la muerte no pertenece a su corazón!
No estén atadas al pasado, oren para ser esa persona que pueda decir “te perdono” y ora para que otros digan “te perdono” cada vez que se presente la oportunidad.
La amargura y la falta de perdón pueden convertirse en un muro entre nosotros y Dios y obstaculizar nuestras oraciones. No tenemos tiempo para eso. ¡Hay tantas oraciones que debemos hacer por nuestro mundo! ¡Perdona y camina en la verdadera libertad del perdón en tu corazón!❤