EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
“Como arete de oro o como adorno de oro fino es la reprensión de un juez sabio para un oído que escucha.” (Proverbios 25:12)
Hay poder en la comunicación tanto buena como mala. Todos podemos sentirnos motivados a responder a los demás según cómo nos sentimos o cómo nos comunicamos en el otro extremo.
Cuando queremos algo, muchos de nosotros hemos aprendido a ser inteligentes con nuestra comunicación.
Hay asesinos de la comunicación, de los que a veces yo mismo puedo ser culpable. Si me comunico mientras estoy enojada o emocionalmente angustiada, el poder de la comunicación puede ser el de una mala entrega, lo que resultará en resultados aún más graves.
Si nos comunicamos mediante manipulación, dominación o intimidación, en realidad se trata de formas de brujería. Cuando se detiene la comunicación adecuada, comienza el control.
Nosotros, como creyentes, debemos irradiar una comunicación efectiva. La palabra de Dios nos dice que una respuesta suave quita la ira, y muchas otras escrituras siguen eso.
Oh Señor, ayúdanos a contener la lengua y no juzgar a una persona ni comunicarnos mal hasta que hayamos caminado una milla en sus zapatos.
Jesús entiende por lo que estamos pasando. El se sentó donde tú te sientas. El se sentó donde yo me siento. Habla con Él al respecto.
Siempre debemos comunicarnos con un “toque” poderoso. Esto sucede cuando mantenemos el amor para siempre frente a nuestros rostros con quienquiera que hablemos.
Recientemente fui condenada por esto en las últimas semanas y tuve un encuentro con un vecino que se volvió difícil. Entonces. Hice un estudio al respecto. Tuve que confesar mi comunicación al Señor porque no era una buena comunicación en ese momento.
David escribió en Salmo 19: “Sean agradables delante de ti las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón, oh Señor, fortaleza mía, en mi redentor”.
La comunicación en amor siempre será aceptable al Señor. Habla la “verdad” con amor. Efesios 4:15.