14 de marzo del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
¿Escribo a menudo sobre los hijos? ¡Sí! Es un tema en el que el enemigo es implacable para atacarme, por lo que es un área que necesita mi oración y mucha atención.
 “Pelearé con los que luchan contigo, y yo mismo salvaré a tus hijos”.
(Isaías 49:25)
Wow, este versículo me dijo mucho hoy. Cuando la batalla ruge por nuestros hijos, Dios lo toma como algo personal, ¡sí, lo hace! ¡No tengo que luchar sola contra todos los ataques del enemigo! Cuando sea y de donde sea que vengan, y créanme, ¡a veces salen de la nada!
¡No estamos peleando esta batalla solas, querida mujer de Dios! Yo no y tu tampoco! Dios está de nuestro lado!!!
Dios no ignora mi clamor y tampoco ignora el tuyo mientras le pedimos su intervención con nuestros hijos. Necesitamos hacer esto diariamente, cada vez que estemos oprimidas y desesperadas.
¡¡¡Santanas, te van a sacar!!! ¡Y esa es la VERDAD! Grítale. ¡La ira justa está permitida!
¡Grita esto! ¡Hazle saber su destino y que te aferras a la verdad de Dios en tu ser! Te aferras a cada promesa que Dios entrega en Su Palabra. ¡Saturate de las escrituras para combatir las mentiras y Dios te las traerá a la mente en el momento que las necesites!
¿Esperas que Dios gane esta batalla? ¡Yo lo Hago! ¡Ahora puedo reír con anticipación de que mi fe en la victoria de Dios verá este ataque del enemigo hasta su FIN! Me tomó algún tiempo llegar aquí y darme cuenta de que no tengo nada que temer sino “dejar ir y dejar a Dios”, y lo hice.
Hermana, LA CONFIANZA te dará esa misma visión. Levanten la cabeza, reúnan su confianza y entiendan que somos invencibles con Jesús.
Dios promete salvar a nuestros hijos. Dios es El Primero y El es El Final.
Da un paso atrás y permite que Dios sea Dios en la “situación de tus hijos”. Puede confundir los planes del enemigo. ¡Permítele que luche contra los que te pelean!
Muchos de ustedes se han identificado conmigo por encima del llanto de mi corazón, muchos han pedido oración. Comenta abajo para que podamos orar por ti. Todas necesitamos unirnos y orar unas por otras.
 Gracias.
Quiero que sepas que tengo nombres escritos a lo largo de los años por los que todavía oro. Tus hijos son tan importantes para orar como los míos para mí. Hay más relaciones rotas de las que puedas imaginar en este momento en nuestro mundo. Las oraciones no pueden parar. Esto se ha convertido en una misión, ¿alguien más aquí para ayudar? ¡ESTOY EN ELLO!
(Isaías 49:25)
Por favor memoriza este verso, es grandioso.