Algunas formas son correctas, otras no. No podemos confundir los dos. Se vuelven muy claros y Dios nos muestra el camino cuando lo buscamos. La obediencia es clave.
Dios dice que cuando lo busquemos, lo encontraremos. (Jeremías 29:13) y cuando lo hacemos, Él nos muestra el camino correcto. En ese momento, tenemos que tomar una decisión con respecto a la obediencia.
Cuando obedecemos a Dios, estamos protegidos. Si obedecemos a Dios, Él nos dará las respuestas que necesitamos con Su revelación, lo que nos permitirá llegar a donde debemos ir. Cuando obedecemos a Dios, podemos ser guiadas por él.
Cuando obedecemos a Dios, vemos respuestas a nuestras oraciones.
La Biblia nos dice, “reciban de Él todo lo que le pidamos porque obedecemos Sus mandamientos y hacemos lo que le agrada”. (1 Juan 3:23)
Existe una correlación directa entre la obediencia y la oración. ¿Lo ves?
Obedecemos porque amamos genuinamente a Dios y le estamos agradecidos por nuestra vida. Al vivir en obediencia, desarrollaremos un fuerte deseo de que nada nos separe de Dios. Dios no quiere que vivamos en la desgarradora miseria que proviene de la ausencia de obediencia a Él.
Pregúntale a Dios si hay pasos específicos de obediencia que Él quiere que tomes. Él te lo dirá. Comunícate con tu padre. Por favor, no empiece el día sin orar.