EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Cuando damos un “caminar de fe”, puede ser un tiempo de intimidad con Dios. Podemos seguir Su ejemplo sabiendo que Él nos guiará a confiar más en Él, tanto en formas grandes como pequeñas.
Cuando Dios nos llama, ya sea para entablar una conversación difícil, viajar a un lugar muy lejano, llegar a extraños o intentar algo que es mucho más grande que nosotros, sí, puede asustarnos hasta la muerte, pero puede también ser estimulante. Puede acercarnos mucho a nuestro Señor.
Este tipo de experiencias de fe pueden ser oportunidades de Dios. Tratemos de verlos como un resultado positivo emocionante.
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. ¿Te llevaría Dios a algún lugar para abandonarte? Por supuesto que no.
Estas experiencias de fe pueden ser circunstancias aterradoras, riesgosas e inconvenientes, pero si nos tapamos los ojos y escondemos la cabeza, perderemos la oportunidad de ser parte de un milagro cotidiano en lo que respecta a nuestra fe.
Por favor intenten una “caminata de fe” y observen lo que Dios hará con sus vidas. Dios nunca te dejará ni te abandonará. “Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes”. (Santiago 4:8)