EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Muchas de nuestras hermanas están en medio de una batalla por sus vidas. Puede ser una lucha contra la salud, un matrimonio o un pariente con una enfermedad debilitante. ¿Qué hacemos con nuestra vida cuando casi sentimos ganas de rendirnos?
Se lo entregamos a Dios en completa entrega. El 100% de todo lo que hay en nosotros debe depositarse sobre el altar. ¿Confías en Dios?
Tus acciones mostrarán si realmente confías en Él o no. Ya sea que confíe en Dios o simplemente “diga” que lo hace, Su mismo ser resuena con fidelidad y justicia. Es un hecho. Él no puede ser tentado a romper sus promesas porque Él no solo camina en justicia, Él es justicia.
Dios es digno de confianza. Él es veraz, puro y santo y está vestido de justicia y verdad. ¡Él se preocupa por su salud, su matrimonio, su familia y usted!
Nuestro Dios es un Rey justo que merece nuestra confianza. Él es nuestro papá que nos ofrece fe en lugar de duda. Podemos entregarle cada preocupación, cada pregunta, cada temor ante Él con fe, creyendo que Él no nos dirá que simplemente “nos rindamos”. Él nos animará en la fe.
“La fe es la certeza de lo que se espera por la evidencia de lo que no se ve”. (Hebreos).
¡Él te asombrará con SU PALABRA DE VIDA! ¿De dónde sacas tú de su palabra? La biblia. En Su palabra se encuentra una fe vivificante y transformadora a la cual aferrarse.
“Lámpara es a tus pies tu palabra, y lumbrera a tu camino” (Salmo 103: 105)