9 de julio del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Que todas seamos mujeres que Dios pueda usar en cualquier momento donde quiera que estemos. A menudo veo personas que apenas conozco tropiezan en mi camino y comienzan a contarme sus problemas. Se abren como si fuera su mejor amiga en el mundo. ¿Por qué? Creo que es porque lo estoy esperando… Estoy esperando el “favor de Dios” para dirigir la atención en mi dirección para que pueda ayudar a otros.
¿Estás esperando el favor de Dios?
Los corazones tienen hambre de Dios en nuestra situación mundial. La gente se pregunta a quién deberían acudir en busca de la verdad. Las mujeres heridas nos rodean a cada una de nosotras en nuestro camino diario. Están buscando desesperadamente a alguien que les presente el AMOR.
 ¡Somos Mujeres Líderes Mundiales, tenemos el amor de Dios que llevamos donde quiera que vayamos! Tenemos sus respuestas. Necesitamos llevar una confianza con nosotros que atraiga a la gente. La gente necesita esperanza.
¡Dios está trayendo mujeres a tu lado y debes estar dispuesta a compartir tus experiencias con cualquiera de ellas que pida o muestre necesidad!
Señoras, si estamos conectadas con el deseo de Dios y deseamos atraer a las personas hacia Él, las oportunidades se presentarán y no será solo una simple coincidencia que se sientan atraídos por ti.
Dios sabe quien está dispuesto a servir y ayudar en estos tiempos. Se necesita el VALOR dado por Dios en ti para salir de esto.
Solo pídele a Dios que te use como un vaso y Él lo hará, tú serás Su vaso para Su uso. Permite que las convicciones y la compasión te impulsen a ser el mejor ejemplo que puedas ser de una seguidora de Cristo.
Pídele a Dios que cree un deseo ardiente dentro de ti para ser una “luz” que atraiga a las personas hacia tu rayo radiante, Jesús, la Luz del mundo.
 Si lo conoces y Él está vivo dentro de tu corazón, tienes “Su luz”. Brillarás con esplendor y atraerás a otros hacia ti y Dios te usará para ser Su mayor bendición para otros necesitados.
“En cambio, debes adorar a Cristo como Señor de tu vida. Y si alguien te pregunta sobre tu esperanza como creyente, siempre debes estar listo para explicarlo”. (1 Pedro 3:15)