4 de agosto del 2022

by Kimberly Hobbs 

EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Las palabras que decimos son aquellas que pueden añadir o quitar vida. Cuando una mujer “sabia” habla, sabe que el tiempo es importante. Todavía estoy aprendiendo esta verdad. Pido sabiduría a Dios casi todos los días. Oro por el tiempo de Dios cuando escucho a los demás en un día y cuando me incitan a hablar. (Santiago 1:5).
Cuando sentimos que es necesario decir cosas que pueden ser difíciles para el oyente, el tiempo lo es todo. Por tu parte y por la de ellos. Aquí es donde entra la oración de discernimiento. Yo también oro por eso, pero viene con la sabiduría de Dios. Cuando discernimos hacia dónde nos está guiando Dios, ya sea que hablemos o no, estamos esperando en el Espíritu Santo y no nos movemos ni hablamos de nuestros propios sentimientos.
 Ya sea manteniendo la boca cerrada o hablando con amor cuando lo necesito, necesito saber que es el Espíritu Santo quien me indica qué hacer.
Ciertas palabras no deben pronunciarse esperando el éxito si la persona que escucha no está abierta o lista para escucharlas.
La Biblia dice que no debemos apresurarnos a hablar. (Prov.29:20) como mujeres sabias, no debemos compartir cada pensamiento que viene a nuestra cabeza. Me río de esto porque todos conocemos mujeres así, ¿no? Pero, de nuevo, en realidad no es divertido. Sé que nunca quiero ser “esa mujer”.
“Un tonto da rienda suelta a todos sus sentimientos, pero un hombre sabio los retiene”. (Proverbios 29:11)
Es posible que tengamos cosas buenas que decir, pero sea prudente y recuerde que las personas no siempre están listas para escuchar lo que tenemos que decir cuando queremos decirlo. Aquí es donde entra la oración.
Podría ser en ese momento en el que necesites hablar y expresar la verdad, pero tal vez no sea así. Pronuncia una oración a Dios y pregúntale. Hago. Siempre ayuda.
 Recuerda el dicho, “El silencio es oro”. ¿Cuántas de nosotras necesitamos mantener la boca cerrada en determinados momentos? ¿Cuántas veces has dicho: “Ojalá nunca hubiera dicho eso?”
Aprende a orar en esa “ventana de tiempo rápida” y pídele a Dios que te muestre si alguien está listo para recibirlo o no y si lo que estás a punto de decir es correcto o no. Él definitivamente te guiará si se lo pides.
Recuerde, “La voz de un necio es conocida por sus muchas palabras” (Ecl.5: 3)
Siempre estamos aprendiendo, siempre creciendo a medida que nos comunicamos con los demás. Comuníquese bien y hable como una mujer con sabiduría piadosa.