EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Efesios 1:7
“Él es tan rico en bondad y gracia que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados”.
¡La sangre del cordero debe estar en los dinteles de nuestras almas y ninguna plaga puede entrar en nuestro espíritu para destruirnos de ninguna manera!
¿Oras cada día y examinas tu corazón para que seas digno de pedirle algo a Dios?
He sido purificada por la sangre de Cristo que se entregó a sí mismo como sacrificio por mis pecados. La misma sangre sella el pacto que tengo con el Rey de Reyes para protegerme como Suyo. He sido comprada con Su sangre.
Cuando salgo de mi casa todos los días, tengo confianza en que Dios me escuchará mientras oro por ella. Mientras miro nuestra propiedad, oro la sangre de Jesús sobre ella. Lo oro continuamente sobre mi morada y sobre nuestra propiedad y sobre nuestra vida y la vida de nuestra familia.
Cuando estoy en casa, a menudo hago una pausa para orar por una breve limpieza de la “sangre de Jesús” en todas las habitaciones de mi casa. Me lo tomo en serio y Dios lo sabe. Quiero que Jesús habite con la sangre que me lavó como la nieve, que lave cada centímetro del espacio donde vivo y sirvo. Si se dijo hace mucho tiempo acerca de la sangre del cordero sobre los postes de las puertas, entonces hablar las palabras de “la sangre de Jesús” como una cubierta significa cualquier espíritu que no sea de Dios, ¡DEBE SALIR AHORA!
Haz una ORACIÓN de limpieza sobre tu morada este mismo día para que puedas estar seguro de que la tranquilidad interior es algo que debes entregar a Dios y hacer fielmente. Experimentarás la verdadera paz perfecta sabiendo que cada vez que lo hagas, los resultados seguirán.