EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Con muchos queridos amigos y familiares afligidos por enfermedades, dolencias y dolor… todo esto afecta a muchas almas, pero definitivamente es extenuante e hiriente para aquellos de nosotros que amamos a los que están sufriendo también. ¿Puedes identificarte?
Necesitamos buscar la curación con ellos sin importar el costo. La primera forma en que podemos hacer esto es a través de nuestra vida de oración. Encomiéndenlos a la oración y oren sin cesar.
También necesitamos mantener la bondad y la provisión de Dios a nuestro alrededor, en nosotros y en ellos. Habla VIDA en ellos siempre. No seas negativo. Consiguen suficiente de eso en otros lugares. ¡Eres una luz!
Para estar sanos, debemos darnos cuenta de que el Salvador tiene una obra de sanidad en NUESTRAS vidas y practicar pensar en ella como Él la hace, para que podamos transmitirla a los demás.
Nuestros pensamientos deben fluir con los de nuestro Salvador para que podamos llevarlos a aquellos que necesitan sanidad.
Que otros conozcan al Dios que hace milagros. Muéstrales y cuéntales algunas de las maravillas que Él ha obrado en TU vida, con el fin de darles esperanza.
Léales las escrituras. Aquí hay uno maravilloso para leer:
“El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.”
Salmo 23:1-3 NVI
Jesús quiere restaurar las almas. Él realmente lo hace y TE usará para ayudarlo a lograr esto. Se una voz de Dios despertando “vida nueva” en tu familia y amigos.