EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
“Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. (Romanos 16:13)
Todos necesitamos esperanza para existir. ¡La esperanza nos anima a seguir adelante en esta vida y la esperanza de nuestro hogar eterno se confirma en la palabra de Dios!
Tener esperanza con fe no implica incertidumbre o falta de seguridad. En cambio, la esperanza bíblica es una expectativa confiada y un deseo de algo bueno en el futuro. Miramos adelante a los grandes planes que Dios tiene para nosotros como en Jeremías 29:11.
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros declara el Señor; planes para prosperaros y no haceros daño, planes para daros una esperanza y un futuro”.
De acuerdo con la Palabra de Dios, hay quienes hoy en día se describen como SIN ESPERANZA, y viven sin Dios en el mundo. Es devastador pensar en esto, pero es cierto.
Si bien puede pensar que hay muchos que no tienen esperanza, realmente es esencial para el alma humana al igual que la fe lo es para la sociedad. Una vida sin esperanza se vuelve insoportable. La vida sin esperanza es miseria y, a veces, una carga demasiado dolorosa para soportar. Vemos esto cuando hay muertes por suicidio de aquellos conocemos.
Dios mismo reconoció la necesidad de ESPERANZA para el alma humana. Después de que Adán y Eva pecaron, estaban sin ESPERANZA. Dios proporcionó un camino a través de Jesús para convertirse en nuestra esperanza a través de Su muerte, sepultura y resurrección. Alabado sea Dios por nuestra esperanza eterna a través de la aceptación de Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal. Él pagó el pago final por nuestro pecado.
Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo, para que todo aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
Alabado sea Dios por Jesús, nuestra Esperanza.