EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Le damos al enemigo la oportunidad de hacernos tropezar una y otra vez cuando nos negamos a lidiar con nuestros miedos e inseguridades. A menudo caminamos con el peso del mundo sobre nuestros hombros, pero ¿realmente necesitamos hacer esto?
Nos perdemos la vida redentora cuando empujamos nuestros miedos debajo de la superficie y ponemos una sonrisa falsa. Sí, podemos llevar peso y cargas, pero Dios nos dice que descarguemos nuestras preocupaciones en El.
Aprendemos a una edad temprana a tapar nuestras imperfecciones. El problema es que no hay suficiente maquillaje en el mundo para estar completos. Ponemos curitas para arreglar u ocultar la herida, pero la herida está ahí, debajo y lo más probable es que también lo esté el dolor.
Si realmente queremos conocer la verdadera belleza, si realmente queremos vivir una vida plena y libre, tenemos que darle a Dios acceso a esos lugares en los que trabajamos tan duro para cubrir.
Se real con Dios. Se vulnerable con los demás. Todos somos humanos. Los errores ocurren, vienen las heridas, las dudas y los miedos pueden asentarse sobre nosotros, pero no cedas a cargar con todo.
Cuando el peso es pesado, ¿qué dice Dios?
“Echa toda tu ansiedad sobre Él, porque Él se preocupa por ti”. (1 Pedro 5: 7)
No sueltes esta escritura. Escóndelo en tu corazón.