EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Michele Hughes, escritora invitada del equipo de liderazgo:
¿Has pensado alguna vez en lo que piensas? Lo digo enserio. Piénsalo. ¿En qué te pasas pensando la mayor parte de tu tiempo? ¿Sabes por qué lo piensas tanto? ¿Tu pensamiento al respecto cambia algo? ¿Es útil o perjudicial? ¿Agrega o quita de tu día?
Hermanas, he estado allí. Recuerdo un momento en que permití que un comentario de alguien me hiciera perder el sueño. Seguí repitiéndolo una y otra vez en mi mente. Este es el enemigo que viene a robarme el descanso. Dios no quiere eso. (Juan 10:10) NKJV dice: “El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Veamos lo que Dios dice que debemos pensar. (Fil. 4: 8) NVI- “Finalmente, hermanos y hermanas, todo lo que es verdadero, todo lo noble, todo lo recto, todo lo puro, todo lo bello, todo lo que es admirable, si algo es excelente o digno de alabanza, piensen en tales cosas.”
… y ahora veamos qué sería lo opuesto a lo que Dios dice que debemos pensar.
“Todo lo que sea falso, lo que sea deshonroso, lo que sea malo, lo que sea impuro, lo que sea espantoso, lo que sea deplorable; si algo es inferior o vergonzoso, no lo pienses”.
Aunque no podemos controlar los pensamientos que nos vienen a la cabeza, podemos controlar cuánto tiempo pensamos en ellos. Necesitamos llevar cautivo cada pensamiento. Necesitamos reconocer lo que pensamos. Necesitamos aprender cómo eliminar el pensamiento incorrecto y cómo reemplazarlo con el pensamiento correcto. Necesitamos entender de dónde proviene el pensamiento y de quién proviene. Necesitamos saber la diferencia. Y necesitamos saber la verdad.
(2 Corintios 10: 5) ESV “Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.”
(Col. 3:22) ESV “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.
(Isaías 26: 3) NVI “Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.”
Lo que pensamos importa. Nuestros pensamientos le importan a Dios. Nuestros pensamientos afectan nuestra salud. Nuestras vidas se mueven en la dirección de nuestros pensamientos más fuertes.
Si tienes dificultades para pensar en lo que Dios dice que pienses, pídele que te ayude.
(Romanos 12: 2) NVI “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
“Por favor, Señor, llenemos nuestra mente con Jesús y Su Palabra.”