EMPODERANDO VIDAS CON UN PROPÓSITO:
Hay muchas causas de inseguridad, pero la principal de ellas es nuestra incapacidad de confiar plenamente en Dios.
“Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto».”Jeremías 17:7-8 NVI
Dios nos hizo para amarlo a Él y amar a los demás. Una de las principales razones de nuestras inseguridades es la timidez. La autoconciencia es cuando estás enfocado en ti mismo. Cuando nos enfocamos en nosotros mismos, no amamos a Dios ni amamos a los demás, mostrándoles que son más dignos. Phil. 2: 3 nos dice que no hagamos nada por ambición egoísta o engreimiento, pero con humildad consideramos a los demás más importantes que nosotros.
Otra causa de inseguridad es depender de la riqueza y las posesiones en lugar de Dios. El mundo nos anima a esforzarnos por ser el número uno en lo que hacemos. Dios en abundancia es Aquel que proporciona todo para que lo disfrutemos. (1 Timoteo 6:17)
Dios te ama tal como eres. Él te creó con toda tu belleza y atributos. Las inseguridades surgen cuando nos preocupamos por las “seguridades” de este mundo. Nunca podremos obtenerlos todos.
Nuestra justicia es lo que agrada a Dios. Ríndele valientemente tus inseguridades. Escucha lo que nos dice el apóstol Pablo: “Todo lo considero perdido por el inmenso valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor” (Filipenses 3:7-8).
Para superar tu inseguridad, recuerda siempre lo que Dios dice y nunca olvides la promesa que Dios te hizo. Él mantendrá en perfecta paz a aquellos cuyas mentes sean firmes, porque confían en Él. (Isaías 26:3)