EMPODERANDO VIDAS CON PROPÓSITO:
Muchas de nosotras, a pesar de caminar con Dios, hemos experimentado rebelión en nuestra vida. Voy a compartir que yo era una de ellas. Alabado sea Dios, no “mori” en mi estado rebelde.
El dolor, la enfermedad, la traición, todas pueden ser consecuencias brutales cuando caemos en pecado. Podemos sentir los resultados del pecado cuando muestra su fealdad. Hay consecuencias. Mi corazón todavía sangra de emoción por aquellos que saben más y se rebelan contra lo que Dios está tratando de mostrarles.
¿Cómo nos movemos más allá de todo? Nuestra esperanza viene de Jesús, aun cuando Él no siempre arregla lo que está roto en nuestra vida. Hay momentos en los que debemos vivir con las consecuencias de nuestros errores del pasado. Alabo a Dios, entregué mi vida antes de morir en mi pecado.
Tal vez ni siquiera te das cuenta de que tienes una relación rota con Dios. Pero Jesús creó un camino de perdón de regreso al Padre. Solo necesita presionar el botón “iniciar” y seguir el camino correcto …
Si no has puesto tu fe en Jesús como tu salvador, no es demasiado tarde. Dile que lo sientes por tu “estado de rebeldía” y comprende que Él es el único que puede restaurar lo que está roto en tu vida. Dale entrada completa a tu vida porque no puedes hacerlo por tu cuenta o en tu propio poder.
Si queremos sobrevivir a nuestras tormentas de la vida, Jesús debe ser nuestro ancla. Él espera en los vientos. Él nunca se va. ¡En Dios estamos seguros y protegidos, cubiertos por Su amor y unidos con Su VERDAD! Realmente puedo decir que nunca quiero estar fuera de la alineación con Su Palabra. Oro para que no haya ningún otro lugar en el que prefieras estar.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo y nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan 1:9)